En dias como hoy, que lo que más amo, la pintura, me desespera, me ataca, me condena a la desesperación, la irracionalidad y la locura. Cuando una simple pincelada condena un pasado y un futuro... cuando capas y capas solo borran las capas y capas de tu propia obra.
Mano que me alaba con este don pero que a la vez me condena con esta imagen, me despisto e intento vacilarla creyendo que se realizará sola y que un dia al despertatr no tendré que pasar por eso a lo que tanto temo...
Dias en que me pregunto para qué sirve pintar hoy, hoy que tenemos fotografía que tenemos video y ordenadores. Me pregunto que sentido tiene. Pero entonces ese sentimiento interior me dice que no tengo otro método, otra manera de expresar ciertas cosas, ciertos sentimientos y cierta energia que solo así consigo liberar.
Pinceladas que desvelan mi tormento, mi tranquilidad o locura, pinceladas que a la vez me llevan a la locura al nerviosismo, al querer decir que no sigo, pero a la vez al querer decir que lo conseguiré.
Link al blog con algunas obras: El silencio no existe
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